Patrona de la República Argentina Era el año 1630. Una tropa de carretas, que días atrás había partido de Buenos Aires rumbo a Tucumán, hizo noche a orillas del río Luján. Al despuntar el alba, se dispusieron a reanudar el viaje. Pero los carretones no podían moverse. Se procedió a descargar las mercancías. Dos pequeños cajones contenían sendas estatuas, una nuestra Señora de la Consolación, y la Inmaculada Concepción la otra. Al sacar ésta la carreta se movió sin dificultad. Al abrirlo, apareció la hermosa efigie de la Inmaculada. Peones y troperos trasladaron la imagen a la cercana estancia de don Rosendo Oramas, donde se erigió el primer santuario a la Pura y Limpia Concepción de Luján. Pasado un tiempo se construyó un ermita, y esta fue la primitiva capilla, que se conservó hasta 1674. Entre los viajeros se hallaba un negrito esclavo llamado Manuel, quien impresionado por el milagro de la Virgen, quedó a su lado, como sacristán de la ermita. Con ayuda del gobernador don José de Garro y la del pueblo se construyó otro santuario. La obra quedó terminada en 1685. Es el santuario mariano más grande de América del Sur. Los héroes de nuestra independencia eran devotos de esta Virgen milagrosa. Es patrona de nuestra patria. La ciudad de Luján es considerada capital religiosa de la República Argentina.
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